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Respuestas comunitarias al colonialismo y el racismo en la filantropía en América Latina

En América Latina, miles de organizaciones de base, indígenas y rurales continúan siendo excluidas de la financiación internacional debido al racismo arraigado, el colonialismo y las desigualdades estructurales. En un reciente webinario organizado por Kuja Platform, una iniciativa de Adeso, representantes de redes de filantropía se reunieron para discutir cómo están desafiando activamente estas barreras al crear modelos filantrópicos más justos, participativos y impulsados por la comunidad.

Repensando la filantropía: de la exclusión al empoderamiento

Racismo estructural y legados coloniales en la filantropía

Facundo Ibarlucía de la Red Comunidades Rurales (Argentina) destacó las marcadas desigualdades en el acceso a financiamiento. A pesar de que los pueblos indígenas protegen el 80% de la biodiversidad restante del planeta, reciben menos del 1% del financiamiento climático internacional. Las comunidades rurales e indígenas enfrentan barreras adicionales como el aislamiento geográfico, el acceso limitado a internet y la falta de datos estadísticos, lo que las margina aún más de la filantropía tradicional.

En respuesta, la Red Comunidades Rurales lanzó el Banco de Proyectos Comunitarios Rurales, una iniciativa diseñada para descentralizar la toma de decisiones y asegurar que las voces de la comunidad lideren las prioridades de financiamiento. A través de la gobernanza participativa, estas comunidades diseñan e implementan de manera colaborativa proyectos socioambientales adaptados a sus necesidades regionales específicas, liberándose de la dependencia de grandes intermediarios urbanos.

Prácticas tradicionales de ayuda mutua

Laura Flórez de Fondo Emerger (Colombia) enfatizó que muchas de las llamadas "innovaciones" en la filantropía son, de hecho, prácticas ancestrales arraigadas en la vida comunitaria que preceden por mucho al concepto formal de filantropía. En el Sur Global, la solidaridad, la ayuda mutua y las relaciones basadas en la confianza son intrínsecas a la supervivencia comunitaria.

El Fondo Emerger apoya proyectos liderados por comunidades mediante subvenciones flexibles y rápidas, que suelen rondar los $5,000 por proyecto, sin imponer condiciones rígidas ni agendas externas. Son las propias comunidades quienes deciden cómo asignar los fondos según sus necesidades, reafirmando así su autonomía y revirtiendo las dinámicas paternalistas que a menudo imponen los donantes.

Uno de sus modelos más exitosos son los grupos de ahorro comunitario, colectivos financieros autogestionados que proporcionan crédito asequible y fomentan la solidaridad comunitaria. Más allá de la seguridad financiera, estos grupos empoderan a las comunidades para que persigan prioridades locales, desde la educación hasta la resiliencia climática, demostrando que la soberanía financiera está profundamente entrelazada con la fuerza colectiva.

Filantropía arraigada en el territorio y la confianza

Fabrício Freitas, del Instituto Procomum (Brasil), presentó la Aliança Territorial, una coalición de siete organizaciones de todo Brasil comprometidas con una filantropía basada en los territorios. Su enfoque se basa en la convicción de que las propias comunidades poseen el conocimiento y las soluciones necesarias para la transformación local.

Trabajando en territorios tanto rurales como urbanos, la alianza proporciona no solo financiamiento, sino también apoyo técnico, defensa política y fortalecimiento institucional. Se centran en estrategias a largo plazo que abordan las desigualdades estructurales a través de la toma de decisiones colectiva y procesos participativos.

Entre sus iniciativas se encuentran fondos de respuesta a emergencias que evolucionan hacia planes de desarrollo comunitario a largo plazo, laboratorios participativos que fomentan la innovación local y campañas de defensa de políticas lideradas por organizaciones de base.

Hacia una filantropía descolonizada: recomendaciones clave

A lo largo de la conversación, todos los oradores coincidieron en varios principios clave necesarios para transformar la filantropía:

  1. Ceder el poder a las comunidades
    Las comunidades deben liderar los procesos de toma de decisiones, no solo ser receptoras de ayuda. Los modelos de financiamiento deben ser co-diseñados con organizaciones de base.
  2. Reconocer y respetar el conocimiento local
    Las prácticas tradicionales de ayuda mutua, trueque y trabajo colectivo son herramientas valiosas para la resiliencia y deben ser honradas, no desestimadas.
  3. Confianza en vez de control
    La concesión de subvenciones debe ser flexible, permitiendo a las comunidades definir sus propias prioridades sin condiciones paternalistas.
  4. El lenguaje importa
    Términos como “filantropía” a menudo se sienten ajenos o coloniales para las comunidades. Muchos prefieren términos como solidaridad, ayuda mutua o cuidado colectivo que resuenan con sus experiencias vividas.
  5. Trabajar más allá de proyectos, para fortalecer relaciones
    La filantropía debe fomentar relaciones a largo plazo basadas en la confianza y el aprendizaje compartido, no solo transacciones a corto plazo.
  6. Escuchar primero, actuar después
    Los donantes y las instituciones del Norte Global deben escuchar profundamente antes de actuar, reconociendo que las soluciones ya están vivas en las comunidades.

Recursos para explorar más:

Mira la grabación completa del webinario aquí.

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